En esta página, a manera de repositorio, se copian dos versiones del Poema «El Odio, el amor, y el tiempo»
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Versión simulada solicitada a Chat-GPT del poema como si fuera escrita por Jorge L. Borges.
La contienda del odio y el amor
En la penumbra de una tarde otoñal,
dos almas se entrelazan en áspera discordia,
él, con palabras cortantes como cuchillos de hielo,
ella, con el fuego en los ojos y el alma ardiendo.
Las voces se alzan, colmadas de reproche,
espadas que chocan en lucha encarnizada,
los corazones laten con furia desbordada,
una batalla sin ganadores ni vencidos.
Pero en la chispa de la disputa,
se entreabre la verdad en el aire,
en el odio, una llama sutil de deseo,
en la pelea, el anhelo de comprensión.
Sus miradas se encuentran, intensas, feroces,
un puente se erige entre el rencor y el anhelo,
en el fragor del conflicto, un instante de claridad,
y el amor se despliega, delicado, sorprendente.
De las cenizas del combate,
surge una promesa, un latido sincero,
pero entre ellos el amor debe ser clandestino,
oculto en las sombras, un pacto taciturno.
Él, con palabras dulces como miel,
ella, con ojos que destilan amor,
en la penumbra de encuentros furtivos,
su amor se fortalece, lejos de miradas curiosas.
Pero con el tiempo, la pasión se desvanece,
como el rocío bajo el sol naciente,
lo que fue llama ardiente se torna ceniza,
y el amor oculto empieza a disiparse.
Las promesas se fracturan, los sueños se desvanecen,
la distancia entre ellos se convierte en abismo,
hasta que un día, en silencio y sin reproches,
se separan para siempre, y el amor se convierte en eco.
Así, en la danza eterna del odio y el amor,
dos corazones descubren su verdad,
que a veces, en el fragor de una tormenta,
nace el amor más puro, el más profundo,
pero también alberga en su seno el final.
Segunda simulación solicitada a Chat-GPT del poema como si fuera escrita por Pablo Neruda
La disputa del odio y el amor
En la penumbra de una tarde otoñal,
dos almas se entrelazan en un duelo amargo,
él, con palabras cortantes como dagas heladas,
ella, con fuego en los ojos y el alma en llamas.
Las voces se alzan, llenas de reproche,
espadas que chocan en una danza de furia,
los corazones laten con pasión desbordada,
en una lucha sin ganadores ni perdedores.
Pero en la chispa del conflicto,
se revela un destello de verdad en el aire,
en el odio, una llama oculta de deseo,
en la pelea, un anhelo de entendimiento.
Sus miradas se encuentran, intensas, feroces,
un puente se levanta entre el rencor y la pasión,
en el fragor del combate, un instante de claridad,
y el amor surge, tierno, sorprendente.
De las cenizas del enfrentamiento,
nace una promesa, un latido sincero,
pero entre ellos el amor debe ser secreto,
oculto en las sombras, un pacto silente.
Él, con palabras dulces como miel,
ella, con ojos que destilan ternura,
en la intimidad de encuentros furtivos,
su amor florece, lejos de miradas ajenas.
Pero con el tiempo, la pasión se disipa,
como el rocío bajo el sol naciente,
lo que fue fuego ardiente se convierte en ceniza,
y el amor clandestino empieza a desvanecerse.
Las promesas se quiebran, los sueños se desvanecen,
la distancia entre ellos se hace abismo,
hasta que un día, en silencio y sin reproches,
se separan para siempre, y el amor se convierte en memoria.Así, en la danza eterna del odio y el amor,
dos corazones descubren su verdad,
que a veces, en el tumulto de una tormenta,
nace el amor más puro, el más profundo,
pero también esconde en su seno
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