06 – Reflexión sobre el recuerdo y el olvido

Luego de la experiencia del evento, Alejandro reflexionaba en su estudio de San Telmo sobre su propia memoria mientras observaba una foto de Elena. La exaltación de la presentación había pasado y le permitía reflexionar fríamente sobre lo sucedido. 

—Cada vez que miro esta foto, recuerdo cosas nuevas, pero también siento que algunos detalles se desvanecen con el tiempo. Quizás eso es lo que necesitamos, un equilibrio entre recordar y olvidar.— Se decía a sí mismo.

Las conversaciones mantenidas con Carlos, su amigo y psicólogo, también ayudaban a Alejandro a comprender la importancia del olvido.

“Alejandro, la memoria perfecta no es una bendición. Recuerda a Funes el memorioso. No podía abstraer ni vivir una vida plena debido a su incapacidad para olvidar.”

Las palabras de Carlos resonaban una y otra vez en la mente de Alejandro.

Modificación del Proyecto

No había pasado un mes cuando Alejandro presenta su nueva visión y aplicación del proyecto de los Ecos a Carlos y Sofía. El buscaba su opinión y confiaba plenamente en ellos.

«He estado pensando en lo que dijo Elena en su carta. También en las enseñanzas de Borges y los resultados de la presentación. Los Ecos deben ser capaces de olvidar, de soltar ciertos recuerdos para poder vivir y no solo existir. Vamos a desarrollar un sistema que permita el olvido controlado, para que los Ecos puedan adaptarse y evolucionar.»

“Los Ecos deben ser capaces de olvidar, de soltar ciertos recuerdos para poder vivir y no solo existir”, concluyó Alejandro.

Esta decisión marcaba un cambio significativo en la dirección del proyecto, enfocándose en un equilibrio saludable entre memoria y olvido. Sin embargo, seguía rumiando con su espíritu de tecnólogo y pensó para sí.

—Cambios sí, pero necesito que funcione mi proyecto y tengan éxito, abandonar: No, nunca—

Alejandro, abrumado por las críticas y la reflexión interna, se daba cuenta de la importancia  de implementar más cambios relevantes en el proyecto de los Ecos. Seguía buscando la perfección.  Ahora la aplicación y su código permitía al Eco olvidar. Por otro lado, en cuanto a los problemas éticos, a fin de su comercialización se limitaba su uso a aplicaciones bajo supervisión profesional y previniendo a los usuarios de las implicancias de su uso como sustitutos permanentes de sus seres queridos.

Reconciliación

Sofía, tras ver la decisión de su padre, sentía una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que los cambio previstos y realizados para los Ecos era un paso adelante, un paso que allanaría la relación con su padre, una especie de acuerdo y ambos compartían un momento de comprensión y aceptación debido a ello.

—Papá, mamá quería que viviéramos, no que nos quedáramos atrapados en recuerdos— le dijo Sofía a su padre.

Lo sé, hija. Y vamos a honrar su memoria viviendo plenamente.—


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